Si no eres de Asturias o nunca nos has visitado puede que al leer el título te hayas dicho ¿Croquetas de qué? El compango es la carne que acompaña a nuestra conocida fabada Asturiana, es decir, el chorizo, la morcilla y el tocino. Si cocinas una fabada para muchas personas puede ocurrir que al final sobre compango porque has puesto de mas para no quedarte corto, pues con ese compango puedes hacer unas croquetas riquísimas.
Descubrí estas croquetas hace tiempo en El molín de Mingo y como suelo hacer cuando descubro algo que me gusta he estado haciéndolas después en casa. Es la típica receta de aprovechamiento que viene bien para no tirar comida. Si no sueles hacer fabada asturiana y te llaman la atención estas croquetas, puedes hacerlas cociendo chorizo, morcilla y tocino para la ocasión.
Ingredientes.
Compango: Chorizo, morcilla y tocino. ¿Cuánta cantidad? lo que te haya sobrado, si es más tendrán un sabor mas intenso y si es menos mas ligero. 1 cucharada sopera de Harina, 1 cucharada sopera de mantequilla, 750 ml de leche, huevo y pan rallado.
Preparación.
Lo mejor es hacer la masa el día antes y envolver las croquetas con huevo y pan rallado al día siguiente para que la masa esté realmente fría. Primero ponemos la leche a hervir, por otro lado ponemos la mantequilla al fuego para que se derrita y le añadimos la harina removemos para que se tueste sin que se dore. Le echamos la leche caliente poco a poco y vamos removiendo durante unos 15 minutos hasta añadir toda la leche y que la mezcla tenga consistencia cremosa, no podemos dejar de remover para que no se pegue al fondo. Pasados los 15 minutos añadimos el compango que habremos triturado previamente con la batidora, y seguimos removiendo hasta que la mezcla esté muy espesa. Cuando lo esté se pasa a una fuente y se deja enfriar.
Cuando la masa está fría se moldean las croquetas a nuestro gusto, podemos ayudarnos de un tenedor y las manos o hacerlo con dos cucharas, mi método favorito. Le damos la forma que mas nos guste: alargadas, redondas… y las pasamos ligeramente por harina. Cuando ya las tenemos con la forma adecuada las pasamos por huevo batido y pan rallado hasta que están perfectamente envueltas, para que queden mas ricas es preferible que el pan rallado sea mas gordito en lugar de utilizar el que casi parece harina. Una vez empanadas se dejan en un sitio fresco hasta que tengamos que freírlas. Se fríen en abundante aceite y este debe estar muy caliente, sino las croquetas se revientan.
Como truco debes saber que para que las croquetas queden finas, la salsa bechamel ha de ser muy espesa pero no se debe conseguir esta textura echando mucha harina sino a base de cocción, yo para conseguir estas he estado tres cuartos de hora removiendo y reduciendo la salsa. ¡Espero que te animes a hacerlas! ¡Están buenísimas!