Restaurante: El molín de Mingo

Hacía mucho que un restaurante no me llamaba la atención como lo ha hecho el Molín de Mingo. Normalmente no suelo hablar de restaurantes en el blog,  y no lo hago de forma consciente, principalemente por dos razones; la fundamental  es que cada vez que voy a un restaurante del que he leído un artículo en algún blog (o en varios) casi siempre me decepciono. Supongo que tener una experiencia buena o mala es totalmente subjetivo y además es tan fácil dejarse llevar por las modas, las estrellas Michelin y similares, que en ocasiones encuentro estas recomendaciones totalmente desmesuradas.

A mi me gustan los restaurantes donde la comida está rica, el precio es justo y el trato es agradable. No me suelo dejar deslumbrar por lo bonito del entorno si luego la comida no va en sintonía y no me atrevo a recomendar un restaurante caro a no ser que la sensación que me deje sea del tipo «si por mi fuera, iría a comer allí todas las semanas». Por cierto, le llamo caro a precios de 80, 100 euros en adelante para dos personas, (recordar antes de decirme que esos son precios normales el salario mínimo español).

Con todos estos antecedentes hoy os hablo de El molín de Mingo un restaurante del que no había oído hablar a pesar de que por lo visto lleva tiempo abierto, al que llegamos por casualidad y en el que disfruté un montón tanto de la comida como del entorno. Está situado en la zona de Arriondas concretamente en Peruyes (un poco mas arriba del pueblo). Llegar allí es una excursión emocionante ya que está en el alto de una montaña y el úlitmo tramo de carretera te hace dudar si el camino merecerá la pena. En cualquier caso está bien señalizado, cuando piensas que te has perdido, aparece una nueva señal del restaurante diciéndote que vas en la dirección correcta.

Para mi es perfecto para pasar un día en familia, o en pareja, por lo arduo del camino y por el emplazamiento mejor para comer que para cenar e imprescindible ir con reserva. Es un restaurante acogedor y bonito por su decoración interior y muy pintoresco por su localización y entorno. Si sois de fuera de Asturias os adentraréis en nuestra cocina mas tradicional a través de unos platos muy bien elaborados (o al menos muy de mi gusto) en un entorno de naturaleza asturiana típicamente rural.

Su carta se compone de 11 entradas en las que se incluyen dos ensaladas. Dos platos de cuchara: fabada y pote Asturiano, siete platos elaborados con carne y los postres. Para mi todos a precios razonables, ni baratos ni caros y en raciones adecuadas o mas bien abundantes (si coméis poco,  mas que abundantes pero si sobra os ofrecerán guardarlo para llevar).

Nosotros fuimos con los peques, nuestro menú se compuso de la crema de queso Gamonedo (aperitivo de la casa, sin duda preludio de lo iban a ser el resto de platos) croquetas de jamón y compango (carnes que acompañan a la fabada o pote asturiano) Arroz con Pitu caleya (pollo que vive su vida fuera del corral), tarta de la abuela (tarta de chocolate, crema pastelera y galleta) y cafés.

Pasamos un día precioso, a todos nos gustó mucho la comida, las peques se quedaron encantadas tanto con los columpios como con los animales (pollos, conejos y vacas) y a mi me pareció todo tan idílico que estoy deseando repetir la experiencia. ¿Conocíais este restaurante? ¿Os animáis a recomendarnos vuestros favoritos?