Este año volví a la temática de Halloween para la fiesta de cumpleaños de mi hija mediana. Aunque le dimos a elegir varios sitios Chloe decidió que quería celebrar su cumple de 10 años en un parque de Ibiza que cuenta con una amplia zona de mesas con árboles.

Hacía 2 años que no celebraba su cumpleaños con amigas y quería poder organizar algo similar a lo que eran sus cumples en nuestro jardín de Asturias. He de reconocer que la cosa se complica algo más cuando en lugar de ir de la cocina de tu casa al jardín tienes que trasladar todo a un parque público. Sin embargo con un poco de planificación y complicándose menos en la cocina, no tiene mayor problema. He de decir que no se me olvidó absolutamente nada. 

Aunque las fotos no son nada buenas, espero que te ayude a ver el montaje. Realmente es muy sencillo. Utilice tonos blanco, negro y naranja como base de la decoración. Tanto para la mesa como para la tonalidad de la merienda. Los elementos decorativos: fantasmas y murciélagos están hechos con cartulina. Las calaveras y las arañas y telas de araña la compré en un bazar chino. Las bases naranjas donde puse los sándwich y las momias son de las chuches de Mercadona. Y para tapar la papelera que estaba justo detrás de la mesa e iba a estropear toda la deco, utilicé una bolsa con globos para dar volumen y una sábana vieja. En este enlace puedes ver un vídeo donde se ve con más detalle. La idea de cargarme la papelera y convertirla en un fantasma la tenía clarísima. Cuando vas a celebrar algo en un espacio público, siempre debes tener un plan para los elementos visuales indeseados. Van a estar colocados justo en ese lugar que molestan visualmente (ley de Murphy)

Se de sobra que quizás niñas y niños no le dan importancia a la decoración de los espacios. Que lo más importante es jugar y pasar un buen rato con sus amigas, disfrutando de ese tipo de comida que no es habitual en el día a día (por suerte para su salud -jajaja-) Pero a mi me gustan las cosas bonitas. No siento lo mismo en un cumple con una mesa con un mantel de colorines y bolsas de plástico apiladas, que en un espacio decorado. ¿Me da más trabajo? Mucho más. ¿Lo disfruto? Completamente. Desde el minuto uno de la planificación, pasando por las tardes de manualidades compartidas, hasta que llegan mis hijas con su cara de asombro y entusiasmo al ver el resultado final. ¡Feliz semana! 

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