Falafel con salsa de yogurt

Hacía casi un año que no comíamos falafel fue en nuestro viaje a Londres en una de nuestras visitas a la City. La verdad es que hace poco que esta receta se ha incorporado a la rutina de nuestra casa, ya te he contado hace tiempo que intento cocinar legumbres mas a menudo y los falafel son una forma sencilla, diferente y rápida de hacerlo. La salsa que he preparado más que una salsa de yogurt sería una «salsa a mi manera» resultado de mezclar un yogurt griego sin azúcar, el zumo de medio limón, un chorro de aceite de oliva, un ajo triturado y pimienta negra. Para mi esta rica, es un buen aliño para la ensalada cuando la acompañamos con falafel.

Además con esta receta salen unas 20 unidades con lo que si no vamos a comerlas todas lo mejor es dejarlos preparados a falta de freír en el frigo y utilizarlos para salir de un apuro por ejemplo a la hora de la cena. Podemos comerlos con una ensalada, en pan pita con lechuga tomate y la salsa «a mi manera», o como acompañamiento de un simple huevo frito, esta última versión es la preferida de mis hijos.

Ingredientes

Medio kilo de garbanzos, 2 dientes de ajo, una cebolla mediana, un sobre de levadura en polvo, perejil, pimienta negra y sal.

Preparación:

El día antes de preparar la receta, ponemos en remojo los garbanzos. Al día siguiente empezamos escurriendo los garbanzos secándolos sobre papel absorbente para que no tengan nada de agua. Una vez los hayamos secado bien, los picaremos en la picadora en trozos muy pequeños sin que queden como harina pero si en trozos mínimos.

Pasamos el triturado de garbanzos a una fuente y picamos la cebolla, los ajos y el perejil y lo añadimos a los garbanzos picados. Echamos sal y pimienta y un sobre de levadura en polvo, nos remangamos y como tenemos las manos limpias removemos bien con las manos hasta que se mezclen todos los ingredientes y dejamos reposar una hora.

Pasada la hora hacemos las bolas del tamaño de una albóndiga y las aplastaremos un poco, ponemos una sartén con abundante aceite a fuego medio y los freímos. Una vez fritos los colocamos sobre papel absorbente y ¡listos para comer! Espero que te animes a hacer la receta, estoy segura que si no los has probado ¡te van a encantar!