De cuando en cuando me gusta compartir por aquí reflexiones diversas. A lo largo de los últimos años he compartido multitud de ellas principalmente pensando en que hubiera personas al otro lado de la pantalla con inquietudes similares. Con el paso de los años me he sentido muy acompañada, también algo «pepito grillo» para que negarlo. Mi intención cuando escribo no es convencer a nadie de nada. Simplemente expresar un punto de vista determinado (el mío) por si le sirve a alguien.
La pandemia en la que aún estamos inmersas, ha sacado a la luz multitud de temas sin resolver. Y no hablo solo de las vacunas y de la estupidez humana, gracias a la cual seguimos dando la bienvenida a nuevas variantes.
El uso de la tecnología en los menores, con charlas que imparten «expertos» periódicamente en los colegios y que no sirven nada más, que para ganarse el pan a unos cuanto/as. Pasaran otros 20 años y seguirán enfocando estas charlas en los dispositivos, en lugar de en ¿para qué se utilizan?, ¿en qué momentos se utilizan? y en cómo hacer un buen uso… ¡Tremendo!
La salud mental es otro de los temas candentes. Ahora que en los medios ya se puede hablar de suicidios hemos asistido a noticias muy tristes. Pero con un enfoque de lo más simplista. Que el sistema público de salud necesita más medios económicos y humanos para tratar a las personas que lo necesitan es un hecho. Querer convertir a las personas con problemas reales y tangibles, en personas enfermas me parece una aberración.
A lo largo de la vida las personas pasamos por momentos en los que podemos necesitar orientación profesional. Un psicólogo/a puede ser la orientación que necesitamos para hablar abiertamente fuera de nuestro entorno de lo que nos preocupa, cómo nos sentimos, dudas, miedos, emociones. Hablar en voz alta y trazar un plan para lograr aquello que ansiamos, puede ser más sencillo si se cuenta con un buen orientador.
Un trabajo de mierda que quieres dejar pero no ves cómo hacerlo ya que el bienestar de la familia depende él. Una relación que llega a su fin y debes reorientar tu camino. Una sensación de insatisfacción permanente con la vida que tienes y no sabes como cambiar. La soledad. Dudas sobre como encajar críticas habituales por estar expuesta, por la razón que sea. Problemas para encajar el paso del tiempo, tristeza por la muerte de un ser querido y un largo etc. Todo lo anterior son problemas reales que pueden llevar a sentir ansiedad, tristeza, pueden generar insomnio, irritación, quitarte las ganas de hacer planes, sin embargo esos problemas no son enfermedades. Querer convertirlos en enfermedades supone eliminar nuestra responsabilidad como individuos y la responsabilidad de la sociedad en la que vivimos. Las enfermedades mentales son otra cosa.
La sostenibilidad de nuestra forma de vida, con el consumo como motor de la economía. Otro de los temas que nos ha traído la pandemia de forma indirecta. Sobre todo teniendo en cuenta que este consumo se carga el planeta en el que vivimos. Pero no parece que hayamos dado aún con el plan alternativo.
El viraje sensacionalista al que se han ido los informativos de televisión, con presentadores estrella que se han convertido en una suerte de actores compungidos que se ensañan con la información. Un sector, el de los medios de comunicación que o evoluciona a toda velocidad o tiene los días contados, ¿alguna de vuestras hijas/os consume televisión, prensa o radio?
Ojala 2022 nos traiga a todas/os salud y sentido común, que sigue siendo a día de hoy el menos común de los sentidos.¡Feliz lunes!
Un comentario
Bruja Lilith
Me encanto el post, diversos temas que si debemos poner atención, saludos:D