Con motivo del día internacional de la mujer me gustaría compartir este video realizado por la organización no gubernamental de ‘Care Norway‘ y que tuve la oportunidad de ver hace tiempo, considero que es un punto de partida muy interesante para reflexionar sobre la importancia del lenguaje y la educación en relación a la igualdad entre hombres y mujeres. El lenguaje es aún para muchos un tema sin importancia sin embargo es un hecho que influye en la discriminación que aún sufrimos las mujeres, la diferencia salarial e incluso en la violencia machista.

Ayer contaba en twitter una anécdota que nos ocurrió hace unos días al bajar del avión en Asturias con mi hija mediana. El piloto dijo literalmente cuando iban a abrir las puertas del avión «tengan cuidado con los niños al bajar del avión» a lo que mi hija se giró y me dijo «mamá yo puedo ir sola, ha dicho niños» Puede parecer una bobada, pero te hace reflexionar. Efectivamente cuando vas creciendo entiendes y aceptas que cuando se dicen niños se refiere a ambos sexos, pero a mi lleva tiempo dándome la sensación de que el lenguaje es una trampa. El reflejo claro de un mundo diseñado para el género masculino donde nosotras tenemos que sentirnos incluídas. Parece lógico pensar que no es algo tan natural como los defensores del masculino como neutro nos quieren hacer creer, cuando una niña educada en igualdad y aún pequeña asume que no se están refiriendo a ella si dicen «los niños».

Esta semana en muchos colegios con motivo de el día de la mujer se están llevando a cabo diferentes actividades enfocadas a poner de manifiesto  problemas como la violencia de género. Me pregunto si tal vez a cierta edad mas allá de hacer manualidades o grabar canciones sería positivo ver este video y generar un debate para que sean los propios niños los que vayan hilando y sacando conclusiones. El colegio, nuestra casa, la calle, los amigos, los medios de comunicación, la publicidad,  todos somos responsables y aún queda lamentablemente un gran camino por recorrer. Actitudes como los constantes ejemplos que reciben los niños de la publicidad que cosifica de forma sistemática a las mujeres, publicidad por la que los niños están fuertemente impactados, es un tema que deberían generar un gran debate social sobre la regulación de la publicidad dirigida a la infancia.

Los medios de comunicación son otra de las partes que deberían reflexionar en relación a la violencia machista y a los asesinatos de las mujeres. En mi opinión deberían de una vez por todas elaborar un manual de buenas prácticas donde nunca mas ningún titular diga: «mujer muere al caer de una azotea» «mujer muere a manos de su marido» y tantos y tantos titulares sin un ápice de conciencia, que colaboran con su tibieza y se hacen cómplices de otras muertes. ¿Por qué? porque contribuyen a transmitir a la sociedad que esas muertes no son tan importantes, problemas domésticos. Nunca un caballo es muerto a manos de un oso, el titular es «Un oso mata a un caballo en xx»  nunca un político muere al recibir un disparo, el titular es «El concejal xx ha sido asesinado por xy». Los animales, los políticos, todos son asesinados y que los medios de comunicación utilicen semejantes licencias cuando se habla de asesinatos de mujeres deja al descubierto que el valor de una mujer es menor que la de un caballo en nuestra sociedad. Si esto no es así, qué otra razón hay para que los medios de comunicación no utilicen la misma contundencia e incluso nombre y apellidos cuando se trata de asesinatos de violencia machista ¡Feliz día de la mujer!  Reflexionemos, porque de cada una de nosotras y vosotros también depende hacer y exigir que las cosas cambien.

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8 comentarios

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Yo también tengo una hija y todo esto me da un miedo atroz.
No quiero que me feliciten hoy, quiero que todo el mundo ponga de su parte para que las mujeres no necesitemos que nos dediquen un día al año. No quiero ser una causa.
Por cierto, mi hija desde bien pequeña no se siente incluida cuando se habla de «los niños»

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Me comprometi seriamente a educar a mi hijo en el respeto hacia las mujeres desde que nacio,es una lucha a contracorriente.los hombres se levantan de la mesa al terminar de comer,los hombres no suelen cocinar,ese color es de ninas….etc.
En mi trabajo,en una multinacional,las mujeres somos mano obrera en su mayoria,el último escalon.casi ninguna prospera,para puestos importantes se traen hombres, da igual que no conozcan el funcionamento de la empresa,que no tengan experiência en nuestro ramo.son hombres y eso lo justifica todo!estan preparados por derecho a supervisar mi trabajo.no paren,no tienen que acostar pronto a sus hijos,no faltan si tienen fiebre.
Queda mucho por hacer y por cambiar.

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Patricia, he leído tus reflexiones sobre el día de la mujer y la verdad, no puedo evitar mostrarte mi desacuerdo con la mayoría de ellas. Yo no me siento discriminada por la lengua española, no creo que el plural del español excluya a las mujeres y no me ofende que no se haga alusión a las diputadas en el congreso de los diputados. Ojalá nuestros problemas y nuestras soluciones fueran tan sencillas como modificar el significado y el uso de ciertos términos. Cada vez que escucho a los políticos el plural masculino y femenino no puedo evitar estar atenta a ver cuándo se les olvida utilizarlo, porque la realidad es que hay que hacer un esfuerzo para hablar así. La mayor parte de las veces somos nosotras mismas las que nos ponemos límites, las que nos pisamos y las que nos inventamos un techo de cristal con la excusa de que hay estar cuando los niños cenan y acostarlos porque, fíjate, la infancia se va y nunca vuelve. Desde mi punto de vista, hay que educar a las niñas en la pasión por la independencia, en el amor al trabajo y en el amor propio, para que después puedan acceder libremente a trabajos de alta responsabilidad y a una maternidad sin culpas ni cargos de conciencia. Los niños necesitan a sus padres, a los dos, no sólo a sus madres, y creo firmemente que no hay mejor ejemplo para ellos que una madre trabajadora y ambiciosa que no renuncia a sus objetivos por cualquier cosa; finalmente, todos aprendemos del ejemplo y no de las palabras. Igualdad es una palabra muy chula pero si en nuestros hogares las tareas del hogar no están realmente bien repartidas ese es el dato que recordarán en el futuro. Si siempre somos nosotras las que renunciamos a seguir trabajando después de la maternidad –si pago a alguien para que se quede con mis hijos se me va el sueldo entero–, no podemos extrañarnos de no estar después en los puestos interesantes. La mujer no tiene que renunciar a su trabajo, no sólo por el dinero que le reporta, también por la independencia, las relaciones personales y la promoción laboral que supone. Yo soy madre y es innegable que es una experiencia maravillosa que te cambia la vida; pero aunque seamos madres para toda la vida llevamos siendo mujeres más tiempo y nuestra vida laboral no tiene que reducirse a medias jornadas, excedencias y a la bajísima exigencia que a mi parecer significa aspirar a un funcionariado. Por supuesto, este país debería trabajar mucho más en materia de conciliación que para mí quiere decir que tanto hombres como mujeres puedan salir de sus lugares de trabajo a una hora prudencial que facilite la relación familiar. Tengo amigas feministas que han luchado desde adolescentes por el lenguaje no sexista y la igualdad sexual para después enamorarse de machistas empedernidos que las han convertido en amas de casa abnegadas cuando no en fregonas amargadas, y han sido incapaces de abandonarlos. Esos son los verdaderos fetiches que tenemos que destruir, esos son los muros que debemos tirar: aprender a distinguir a los hombres evolucionados y elegirlos, en lugar de acabar con los malcriados y convencernos de que algún día conseguiremos cambiarlos. En lo que sí te doy toda la razón es en que es verdad que parece que quitamos importancia a los asesinatos de mujeres por la forma en que se cuentan, me has hecho reflexionar mucho a ese respecto y sí, creo que ahí, políticos y medios de comunicación, deberían hacer el esfuerzo de encontrar las palabras adecuadas y llamar a las cosas por su nombre; tal vez el plural del español resulte «machista», pero es indudable que nuestra lengua tiene un vocabulario riquísimo.

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Te agradezco el comentario, está claro que en torno al lenguaje hay un debate y aún mucha gente no comprende la importancia de excluir al 50% de la población, pensé que con el ejemplo de mi hija se vería claro que esta aceptación del masculino como neutro no es natural es un hecho social que todos aprendemos según nos hacemos mayores. Como no es natural y además el lenguaje es un reflejo de la sociedad nada igualitaria en cuanto a derechos en la que vivimos. Si reflexionas verás que no solo es un lenguaje excluyente para una parte de la población, también de minorías étnicas, racista etc. ejemplos: «vas como un gitano» para referirse a alguien que va sucio o desarrapado «negro como un tizón» en lugar de sucio y un largo etc.
A pesar de lo que te digo puedo aceptar que se vea mas o menos importante que el lenguaje refleje a la sociedad completa hombres y mujeres, niños y niñas (es algo así como lo del huevo y la gallina cuando la sociedad cambie el lenguaje cambiará) o recientemente la polémica con los símbolos de de los semáforos sobre esto leía un artículo muy interesante que puedes ver aquí: http://www.eldiario.es/zonacritica/Incertezas_6_492460790.html y con el que estoy 100% de acuerdo. Es importante remarcar que el cambio en los semáforos es una cuestión simbólica con transcendencia que supone un gasto cero (solo se tienen que reprogramar los pixeles de los muñequitos).La polémica surgida pone de manifiesto una vez mas el punto en el que se encuentra nuestra sociedad.

Lo que me resulta inaceptable es que nos culpes a las mujeres de la desigualdad. El típico rollo de «somos malísimas, nosotras somos las peores entre nosotras al final etc, etc» es muy maniqueo, tiene su porqué en casos concretos y como generalización no es cierto. El porqué en casos concretos, te doy un ejemplo: En una oficina que trabaja a turnos hay 5 hombres y 2 mujeres todos son padres y madres pero solo las mujeres piden reducción de jornada. Es un derecho legislado pero a las empresas no les gusta aplicarlo a pesar de que implica una reducción de sueldo. Esas dos mujeres contra los hombres no tienen ningún problema porque ellos no piden la reducción de jornada sin embargo entre ellas si que surge un problema. Toda la plantilla está a turnos y que una pida la reducción de jornada en un turno implica que la otra tenga que hacerlo en otro, la que sea mas rápida, tenga mas habilidades sociales etc. conseguirá el turno mas deseable. Es una cuestión de que nos gusta guerrear entre nosotras? ¡Venga hombre! Y casos miles: puestos de promoción muy limitados para mujeres ergo obligación de competencia feroz, sexismos, desigualdad…

La maternidad es un derecho y un privilegio para aquellas que hemos decidido ser madres, que en España lamentablemente se castigue (aunque luego nos quejamos de que seremos una de las poblaciones mas viejas de Europa) no es un problema de que las mujeres estemos haciendo algo mal si decidimos cuidar a nuestros hijos en la primera infancia. La vergüenza es que tengamos que hacerlo y que esa elección esté fuertemente condicionada en origen, la elección no es tal en realidad cuando por normal general el salario del hombre es superior con lo que aplicando la lógica, del sueldo que se prescinde cuando hay que tomar esa decisión es del salario menor.
Tampoco estoy de acuerdo en «hay que educar a las niñas» hay que educar a las niñas y a los niños, a ambos en los mismos valores y tengo que decir que aquí las madres y los padres que tenemos las cosas muy claras a este respecto luchamos contra el resto de la sociedad, televisión, publicidad, deportistas de élite, la escuela… Las 5 horas que pasan en el colegio pesan mucho y hay días que tus hijos te dicen «esto es de niños, esto es de niñas» ¿Por qué? Lo dice fulanito, lo dice menganito, «la profe dice que los niños son unos brutos, las niñas somos mas tranquilas» «No puedo llevar una camiseta rosa mas porque en clase dicen que el rosa es de marica» La profe X dice que las niñas tienen que llevar pañuelo y los niños sombrero» etc. etc.

Te doy la razón en que los niños necesitan a sus padres a los dos y sin embargo nuestra sociedad que dice que esas responsabilidades son femeninas penaliza a los padres que ejercen su paternidad del mismo modo que lo hacemos muchas madres. Ejemplos miles: incomprensión cuando se piden la baja por paternidad para cuidar de sus bebes (15 días!!!) incomprensión cuando reducen su jornada, aislamiento y despido… etc. por poner solo algunos ejemplos. La conciliación es un tema de hombres y mujeres, no entiendo una empresa que permita conciliar solo a las mujeres eso es aceptar que los hijos, las tareas domésticas etc. son realmente nuestras responsabilidades cuando eso no es verdad. Yo siempre que tengo oportunidad a riesgo de parecer «la pepito grillo de turno» expreso mi disconformidad con esas cuestiones. Me siento responsable como mujer que tiene una cierta capacidad de llegar a otras de poner de manifiesto las desigualdades de género que casi constantemente encuentro.

Te recupero esta frase «mujer trabajadora y ambiciosa que no renuncia a sus objetivos por cualquier cosa» los niños no son cualquier cosa, pasar tiempo con tus hijos no es salir de copas o ir de compras, es dedicar tu tiempo a las personas mas importantes para ti, a personas que dependen de ti como madre (y del padre) para todo, desde todos los puntos de vista. La infancia es una etapa de referencia para el resto de la vida, precisamente lo que hoy somos como sociedad se refleja claramente en nuestro modo de tratar la infancia.

Por otro lado Igualdad no es una palabra chula igualdad como justicia deberían ser derechos ya instaurados en 2016, efectivamente cada una de nosotras tiene la obligación de exigir dentro y fuera casa. Y nuestros hijos aprenden mucho mas por lo que hacemos que por lo que decimos. En una sociedad patriarcal como la nuestra donde a las mujeres se nos cosifica, tutoriza, infantiliza en todas las facetas de nuestra vida en el apartado de maternidad hay bastante de esa infantilización asociada al campo médico es comprensible que a muchas mujeres les cueste poner freno a la coartada del amor. Sin embargo no veo lógico cargar contra ellas porque no se puede ser víctima y verdugo al mismo tiempo aunque si hay que contar cuantas veces sea necesaria de que «el mito del chico malo» es otra trampa.

Me alegro que en la cuestión del lenguaje aplicada al maltrato de las mujeres te haya hecho reflexionar, efectivamente nuestra lengua, nuestro idioma es un reflejo de la sociedad en la que vivimos, de todos depende sacudirnos nuestros propios tabúes y abrir la mente al pensamiento crítico para poder cambiarla. Sé que no te haré cambiar de opinión pero ya que te has tomado la molestia de compartir tu punto de vista de forma amplia quería corresponderte ¡Muchas gracias por tu comentario! 🙂

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Sé que llego tarde, pero me resisto a dejar pasar la oportunidad de hacer un comentario sobre la importancia del lenguaje.
Hombre, tiene dos acepciones, la que se puede entender como proveniente de Humanidad, engloba a los seres vivos con capacidad de razonar bla bla bla, o sea la Humanidad (homo sapiens… esas cosillas), las personas, y la segunda: persona adulta de sexo masculino.
Mujer: es la persona adulta de sexo femenino.
Y para el par de mujer está la palabra varón, que es el sinónimo de hombre «solo en su segunda acepción»
El argumento de lo costoso que es para el lenguaje no utilizar el masculino como neutro, se tambalea cuando utiliza dos palabras para significar lo mismo ¿no? hombre (segunda acepción) y varón. Parece más eficiente utilizar varón para persona de sexo masculino, mujer para persona de sexo femenino y hombres o personas para englobar a todos.
Hace 25 años mi profesora de historia, ante una frase de un libro tipo: Los hombres fueron a la guerra, llevándose con ellos mujeres y animales de carga para su manutención y cuidado, nos hizo pararnos y decidir qué queríamos cambiar la palabra hombres por la de varones o tachar la palabra mujeres si manteníamos la de hombres y que las palabras son poderosas y pensáramos sobre ello. Aprovecho para darle las gracias,

Solo un apunte más, la palabra igualdad referida a varones y mujeres (a «hombres») es engañosa, equidad es una mucho más apropiada. No somos iguales, solo hay que vernos, ni tenemos el porqué!. El otro día oí algo que me encantó, un varón de algo ma? de 40 afirmaba que él desde pequeñito pensaba que los varones tenían unos superpoderes y las mujeres otros y que ambos valían lo mismo y que se necesitaban los superpoderes de los dos.
No se trata de que yo logre ser tan fuerte físicamente como un varón, se trata de que la flexibilidad por ejemplo no sea considerada menos importante que la fuerza física por ser más atribuible a las mujeres. ¿Alguien sabe si hay gimnasia rítmica masculina?¿Alguien sabe por qué no tiene demasiada consideración (ejem) ese deporte?
Otro claro ejemplo en este mismo hilo. El considerar la opción de criar menos importante que la de ascender profesionalmente, básicamente porque ha sido la opción (obligada o no) ligada a las mujeres.

La mayor relevancia y consideración social de lo relacionado con lo masculino y la desvalorización de lo femenino, sigue siendo real.

Aprovecho para darte las gracias a ti Patricia, por tu día a día, por tu trabajo personal y profesional tan coherente, por vivir tus convicciones y no solo contarlas.

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Gracias a ti por comentar Lucia, estoy totalmente de acuerdo con tu planteamiento de «la desvalorizacion de lo femenino» de hecho estoy convencida de que si fueran los hombres quienes tuvieran la capacidad de dar a luz, en nuestro país la atención al parto sería muy diferente. La infantilización y el paternalismo no se darían, sería tratada como una experiencia casi mística. Cuando ahora se trata como una operación, un hecho puramente médico sin tener en cuenta lo que implica para una mujer que sea consciente de lo que va a vivir… En nuestro país falta practica en cuanto pensamiento crítico afortunadamente la tecnología nos ayuda a localizar a aquellos que consiguen darnos un hilo del que tirar 🙂

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Estuve leyendo los comentarios atrasados de este post y me gustaría decir algo en contra de la afirmación realizada más arriba de » la infancia pasa»…es algo muy personal pero que refleja una frase que uso mucho en mi vida .los adultos somos los niños que fuimos.
Por que? Quien no haya pasado una infancia dura no lo entenderá.
Mi madre murió cuando yo tenia 10 años y mis hermanos eran todavía más pequeños.era una persona muy justa ,muy honesta y no toleraba ningún menosprecio hacia nadie.a día de hoy mis hermanos y yo comentamos muchas veces …te acuerdas de cuando mamá decía esto?te acuerdas de aquella vez que hizo lo otro? Fue un ejemplo.y eso significa que aquello que vives y aprendes en la primera infancia se queda grabado a fuego.
Todos mis frenos personales ,mis miedos o inseguridades sé que se deben a su falta posterior.por todo esto,quiero dejar claro que los adultos del mañana serán los niños que cría nos hoy y de la forma en que lo hagamos y el tiempo que por derecho,deberíamos otorgarles,serán las bases del futuro de todos.por esto deberíamos luchar hombres y mujeres

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Toda la razón! la infancia es una etapa importantísima, muchas veces te das cuenta sobre en mi caso después de ser madre que reproduces patrones o cosas que has vivido de niña. Hay que hacer un gran ejercicio de instrospección para ser conscientes de todas las cosas que vienen de nuestra niñez para mantener las que nos gustan y trabajar para superar las que nos hacen poner el pie en el freno. A mi desde que soy madre la muerte o la enfermedad ya no me preocupa tanto en primera persona (por no estar, por sufrir dolor…) como por que mis hijos tengan que pasar su vida sin una madre. Siento mucho que te ocurriera eras casi como mi hijo mayor ahora no me lo quiero ni imaginar. Un beso!

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