Llevaba sin visitar Formentera desde Noviembre así que la visita de los abuelos fue una disculpa estupenda para pasar el domingo disfrutando de este encantador lugar. No se que es exactamente lo que me atrae de Formentera: sus playas, la naturaleza, la sensación de que es un lugar donde el tiempo se detiene… El caso es que me parece perfecto para desconectar y recargar pilas a tope y ahora que lo tenemos tan cerca y con el buen tiempo supongo que iremos más a menudo.

Hicimos la ruta típica que hacemos siempre, primero desayunamos en Sant Francesc. Luego visita a Ses Illetes, paseo por la playa, juegos en la arena… Parada a comer esta vez en Can Rafalet en Es Caló tras reponer fuerzas disfrutamos de la panorámica de toda la isla camino de El Pilar de la Mola, de momento el mercadillo está cerrado pero el pueblo es tan bonito que merece la pena igualmente una visita, un café y por supuesto acercarse al faro. Cruzamos de nuevo la isla maravillándonos con sus paisajes y sus minúsculas casita blancas camino al faro de Barbaria. En esta ocasión nos animamos a bajar a la cueva, puedes verlo en Instagram y terminamos en Cala Saona tomando el último café del día antes de volver a coger el barco. 

Un domingo alucinante que hace que haya terminado el fin de semana con la sensación de haber estado de vacaciones ¡Feliz lunes!

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3 comentarios

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A ver si este septiembre puedo escaparme y hacer una visita.
Gracias por el post!!

Un besito!

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Que envidia 🙁

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Como me gustaría estar allí!!!

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