Uno de los grandes acontecimientos que trae consigo el mes de febrero en Ibiza es poder contemplar la floración de los almendros. Un buen lugar para hacerlo son los alrededores de Santa Agnès, este bonito y tranquilo pueblo está rodeado por una gran cantidad de almendros que en esta época del año florecen de forma progresiva hasta cubrir el valle de un característico color blanquecino a partir de mediados de mes.
Sin duda un lugar perfecto para pasar una mañana o una tarde rodeados de naturaleza y súper idílico para por ejemplo estirar una manta y hacer un picnic.
La naturaleza tiene el poder de recargarnos las pilas y de inspirarnos con sus sonidos y tonalidades, al menos a mi me sienta siempre de maravilla ¡Feliz Viernes!