Acné después de los 30

Seguro que habéis oído alguna vez, o muchas veces eso de: «no te preocupes, que los granos se irán cuando crezcas un poco» A veces eso es así y otras veces lamentablemente no lo es. En la mayoría de los casos los granos viven su punto álgido en la vida de chicos y chicas allá por la adolescencia o preadolescencia.  En algunas personas esa fase tiene un tiempo limitado y sin embargo para otras cuya piel es grasa aunque la secreción vaya disminuyendo con el paso del tiempo nunca desaparecerá por completo.

Al igual que si se tiene tendencia a engordar lo mas saludable y efectivo es aprender a comer sano cuanto antes y disfrutar de ello, porque eso nos protegerá del sobrepeso, pero para nada significa estar a dieta toda la vida; del mismo modo si se tiene la piel grasa debemos cuidarnos la piel toda la vida pero eso no significa mas que utilizar productos correctamente diagnosticados y limpiar la piel con mas frecuencia que otras personas.

Hay personas que durante el periodo juvenil no tendrán granos o los tendrán de forma muy leve y puntual y otros, los mas afortunados, no tendrán que enfrentarse al acné de jovencitos. Sin embargo estos últimos son los que mas se sorprenden cuando en algún momento de su vida adulta se encuentran con la aparición de granos. Yo lo sé muy bien porque soy una de esas personas, nunca he tenido la piel especialmente grasa, incluso a veces notaba la piel tirante con lo que he utilizado cremas hidratantes nutritivas. Otras veces sustituía estas cremas mas grasas por cosméticos «oil free» pero no me producía el efecto deseado y seguía con mis granitos.

En la siguiente foto podéis ver mi piel antes de conocer a Estela. Es cierto que los granos nunca me han quitado el sueño, maquillada apenas se notaban pero evidentemente si hubiera sabido como eliminarlos lo habría hecho. No se conoce la causa del acné tardío con exactitud (así lo llamó un dermatóloga que consulté en aquella época), y es un tema controvertido. Lo cierto es que en la mayoría de los casos no hay una única causa, sino varias. Factores hormonales, cosméticos inadecuados, medicamentos, alimentación… y como no, el estrés, son algunos de los culpables, y en cada caso pesa más uno u otro.