«Patricia, no puede ser que te pases las horas pensando en las Amapolas», me solían decir hace años ¿y por qué no? preguntaba yo, que siempre he sido bastante curiosa. Dejar la mirada perdida y concentrarse en nuestros propios pensamientos es un pasatiempo tan estimulante como otro cualquiera. Hace un tiempecillo os lo preguntaba en … Continúa leyendo