Hará unos años «sufrí»un shock con parte de mi Timeline de Twitter, repentinamente personas a las que respetaba por su trabajo de divulgación científica en campos concretos se remangaban para defender el «método Estivil» ya sabes, ese método que en su día aseguró ser eficaz para enseñar a niños y niñas a dormir y que más tarde fue el propio Estivil quién se desmontó a si mismo, eso si  después de engañar a muchos progenitores, martirizar con ello a muchos bebés y ganar un dineral en ese proceso. 

A pesar de ello personas que exigen fuentes fiables y estudios científicos que corroboren cualquier afirmación, se demarcaban en aquel momento de la propia estampida de Estivil aludiendo a que claramente era un procedimiento científico y sus detractores, personas sensibleras alejadas de toda lógica o razón. Era tan desconcertante que mi número de seguidos se redujo considerablemente. Está claro que el ego es muy traicionero y empuja a cometer los mismos errores que constantemente se señalan.

Algo similar me ocurrió la semana pasada a vueltas con el dolor del parto, de repente el texto «Famosas diciendo que renunciaron a la epidural para sentir el parto. Pienso que si el dolor fuera bueno no dolería» apareció en mi timeline. Me impactó ver ese texto en esa cuenta concreta, un mansplaining en toda regla en la que un hombre se mofa de mujeres, en este caso famosas, por una decisión personal. Un científico que exige pruebas a todo aquel que contradice sus palabras en su campo, se mete en tal jardín y discute sin ningún estudio riguroso en la mano equiparando el dolor del parto al dolor de muelas y tachando poco menos que de exotéricos a quienes tratan de ofrecerles fuentes fiables como la propia OMS (organización mundial de la salud) o el Ministerio de Sanidad porque en esta ocasión la ciencia no está de su parte. 

Hace ya cuatro año que fui madre por última vez y aunque la atención al parto no me afecta personalmente y formo parte de ese reducido grupo de mujeres que decidió conscientemente como quería traer a sus bebés al mundo, si me afecta como mujer, me afecta como feminista, porque el embarazo y el parto es un tema que atañe a nuestra salud (y a la de nuestros bebés) y que sigue dependiendo de la buena fortuna, a la suerte de ser atendidas con profesionales formados y actualizados y no del rigor científico. Por eso es tan desolador leer a protagonistas y palmeros simplificar este tema hasta el extremo y suponer que como la analgesia epidural es un avance científico entonces es científico argumentar que toda mujer debe utilizarla para no sufrir los dolores del parto.

La Organización mundial de la salud no recomienda administrar analgesia epidural a todas las mujeres durante el parto, aunque habla de esta analgesia y del óxido nitroso como herramientas para calmar el dolor también la relaciona directamente con un mayor riesgo de parto vaginal instrumental y cesárea. Las mujeres que se plantean dar a luz sin analgesia epidural no somos “pseudo-nada” simplemente seguimos pautas estrictamente recomendadas entre otras organizaciones médicas e institucionales por la OMS (Organización Mundial de la Salud). Y contra ese argumento de que muchas que llegan al hospital sin querer epidural terminan poniéndola un video muy descriptivo y que no pasa de moda habría que dejar claro que si las mujeres que llegan a un hospital fueran objeto de buenas prácticas,  practicas recomendadas por la Organización Mundial de la salud: Apoyo continuo a las mujeres durante el trabajo de parto habría menos necesidad de intervención. 

Infórmate y decide, ese sigue siendo el mejor consejo que se le puede dar a una mujer embarazada. Las opiniones son solo eso: opiniones, vengan de un científico, de un médico, de tu madre, de una amiga, o del frutero de la esquina, porque ninguno de ellos tiene porqué ser experto en este campo o hablar avalado por información rigurosa.  Tenemos todo el derecho a decidir como queremos que sean nuestros partos y esa decisión puede ser más sencilla con información veraz en la mano. ¡Feliz miércoles!

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3 comentarios

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Vaya conglomerado de cosas y que importantes son!
Lo primero decir que creo que no debe obviarse el dolor.Existe, y pasarlo bien acompañada y ayudada es importante.
Entre la comadrona que atendió mi parto y un cavernícola no hay diferencia alguna.
Respecto a Estivill…aun hay padres en su defensa.
Mi hijo lloró lo indecible siendo bebé. Y a punto estuve de aplicar el método, pero cualquier persona cabal y sensible, no lo hace.y si lo hace, sufre más que el niño.
Lei algunos libros y acune durante horas a mi hijo pues así lo hacen las mujeres en las tribus más lejanas.la naturaleza tiene su camino.la crianza debe ser de calidad, sentida y consciente

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Yo he dado a luz a mis dos hijos en Alemania, los dos fueron partos naturales y sin epidural, pues aquí se anima a la no medialización del parto. Excesivamente según mi punto de vista. Mi primer parto fue largo y doloroso, y hubiese apreciado una epidural, pues llegué sin fuerzas ya al momento de empujar, empujando mal y provocando más desgarro del necesario. Sentí un poco que se preocupaban del bebé solamente y nada de mí. Me parecía poco que me dieran cogines de calor y paracetamol intravenoso. Casi llorando al final y tras pasar por todas las posturas posibles: columpio, taburete, balón de yoga … Aunque reconozco que la recuperación fue buena.
El segundo parto, en el mismo hospital fue mucho mejor. Me entendí mucho mejor con las matronas Qué me tocaron ese día y fue todo muy bien. Sin ningún analgésico pero bien, sabiendo cuándo empujar y sintiéndome muy bien guiada y cuidada.
Quiero decir con mi comentarío que también es fácil pasarse al otro extremo y qué los avances médicos también deben ser bienvenidos, qué por algo han disminuido la mortalidad de partos e infantil.

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Gracias por tu comentario Marta, según la OMS no deberían decirte cuando empujar porque precisamente un empuja a destiempo o demasiado intenso no como tu lo sientas influye en que se produzca mayor desgarro, acaban de publicar un artículo al respecto sobre un estudio que han hecho sobre esto en un hospital en Inglaterra. En los partos de riesgo la medicina ha servido para evitar muchos problemas pero no hay que olvidar tampoco que el pasado la alta mortalidad tenía mucho que ver con las medidas de higiene. El problema de la asistencia al parto desde mi punto de vista no es epidural si o epidural no, el problema es que los hospitales respeten las recomendaciones de la OMS y nos ofrezcan la asistencia adaptada a las necesidades de cada madre-bebé y que nosotras tengamos una auténtica preparación al parto para que entendamos el proceso e identifiquemos las necesidades, quizás una ducha con agua caliente sea un analgésico más efectivo que la pelota de dilatación en algunos casos en otros la pelota será estupenda, en otras colgarse de los brazos, depende tanto de donde esté el bebé en cada contración…. Y lo que no es de recibo es que por la comodidad del turno de sus trabajadores los hospitales hagan oídos sordos a las recomendaciones de la OMS y convierten en partos de alto riesgo cualquier parto, interviniendo por protocolo y no cuando la madre o el bebé lo necesita.

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