Las vacaciones han llegado a su fin y aunque a veces deseamos estar en estado vacacional para siempre,  hay cosas que podemos hacer para que la vuelta a la rutina no nos agobie.  Pequeños trucos que podemos poner en práctica para adaptarnos de nuevo a la rutina.

Al final de vacaciones debemos decirnos en voz alta que «las cosas empiezan y terminan» Si tenemos niños charlar con ellos sobre el tema también puede ayudarles a ellos en su regreso. De todo hay un principio y un fin y decirlo claramente cuando alguno de nosotros empieza a lamentarse nos puede ayudar. Esta certeza nos deja claro que es inútil llorar por las vacaciones ya finalizadas porque no se puede hacer nada por recuperarlas y es mejor centrarse en la nueva situación.

No empezar directamente a trabajar nada mas llegar, dejar un par de días libres para mi es otra cosa fundamental que nos puede ayudar mucho.

Si hemos pasado fuera de casa una temporada mas o menos larga habrá cosas que tengamos que hacer antes de meternos de lleno en la actividad laboral. Algunas serán mas agradables que otras pero si las mas tediosas las hacemos entre todos los componentes de la familia seguro que se llevan mucho mejor. Desempaquetar, ordenar y hacer la colada con aquello que sale de la maleta. Llenar la nevera, arreglar algún pequeño desperfecto, preparar la vuelta al cole si tenemos niños… Estas cosas se hacen mas alegremente si todos los miembros de la familia se involucran.

Podemos plantear también antes de la vuelta al trabajo actividades necesarias pero mucho mas placenteras como el paso por la peluquería y/o centro de estética para paliar los efectos del verano. Esto nos dará además un momento de tranquilidad, un último mimito antes de meternos de lleno en la rutina.

Buscar retos que nos involucren al máximo en nuestro trabajo es otra cosa que nos puede ayudar mucho a evitar la depresión post-vacacional.

Puede que todas las actividades laborales no sean moldeables y puede que cuando trabajas por cuenta ajena estés mas limitado, pero todos podemos saber porqué nuestro trabajo no nos seduce todo lo que debería y tratar de hacer una lista de cosas que está en nuestra mano hacer, para mejorar nuestra situación. Las listas son un recurso increíble que nos conectan con la realidad y nos alejan de los «pobre de mi». Una lista meditada nos sitúa y a partir de ella podemos llevar a cabo pequeños o grandes cambios que mejoren o transformen nuestra situación laboral. Además el simple hecho de tener unos objetivos propios animarán nuestra vuelta y nos ayudará a centrarnos los primeros días.

Nuestro tiempo de ocio es muy importante, de hecho la sensación de que lo vamos a perder casi totalmente puede que sea la principal razón del agobio que podemos llegar a sentir.

La nula flexibilidad horaria, la cultura española de que mas horas significa mas implicación, hace que de lunes a viernes -o a sábado en algunos casos- nos podamos sentir totalmente secuestrados sin tiempo para disfrutar de nuestros hijos, pareja, actividades al aire libre etc. Esto es a mi juicio, una de las causas de la baja productividad española: un trabajador privado de un número de horas aceptables al día de tiempo de ocio es un trabajador agobiado, infeliz y por tanto poco creativo e improductivo.

Tratar de cumplir un horario, ser honestos con nosotros mismos, si nos concentramos 8 horas de trabajo son mas que suficientes para desarrollar cualquier actividad.

Organízate, no te distraigas con mails, redes sociales, cigarros, cafés, reuniones interminables llenas de divagaciones que nada tienen que ver con el trabajo. Cada uno de nosotros puede hacer que en cada empresa que se prolonga la hora de salida estúpidamente se cumpla el horario. Si eres la jefa da ejemplo ¿de verdad sigues pensando que si tus trabajadores están trabajando a pleno rendimiento en 8 horas al día no les da tiempo a desarrollar su trabajo? Si fuera así seguramente no has escogido a las personas adecuadas.

Delimitando claramente los tiempos, tendremos espacio de ocio diario lo que redundará en una mayor satisfacción personal y por tanto estaremos mas contentos dentro y fuera del trabajo. Al haber menos contraste, días de vacaciones: todo diversión, vuelta al trabajo: todo obligaciones, la vuelta no será nada traumática.

A mi personalmente me sirve también que el tiempo de mi ciudad no me reciba con rayos y truenos porque el sol o los días luminosos me hacen mas llevadero cualquier inconveniente que pueda encontrarme, pero eso ya no se puede controlar.

Si después de poner en práctica estos pequeños trucos te embarga igualmente la tristeza, piensa que como empezaba diciendo al principio las cosas empiezan y acaban con lo que la depresión post vacacional también llegará pronto a su fin.

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4 comentarios

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por el tipo de trabajo que tengo me paso el verano trabajando, así que mientras el resto de los españoles «apuran las vacaciones» yo paso un verano apurado. El resto del año no me va mejor, al tener hijos, cojo días sueltos por allí y por allá. Para mi cuatro días seguidos son unas vacaciones larguísimas. Así que cuando leo cosas sobre la depresión post vacacional me da la risa. Y es que deberíais estar felices de haber tenido tiempo para pasar con vuestros hijos. La verdad chorraditas.

PD Estoy como anónimo pero me llamo Beatriz, no me escondo.

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Sabios consejos. Todavía no he tenido vacaciones -me quedan 12 días ;)- pero me lo guardo para la vuelta

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Muy buenos consejos que empiezo a aplicar hoy mismo! gracias!! 😉

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Yo tengo la «suerte» de no tener vacaciones.. tan solo tardes libres asi que la depresión no viene asi por temporadas.. jajaja, la tengo siempre conmigo..

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